Disfagia: qué es y cómo se trata

Como logopeda especialista en voz, una de las áreas menos conocidas de nuestra intervención es el tratamiento de los trastornos de la deglución, especialmente la disfagia. Aunque pueda parecer alejado de los problemas del habla, la realidad es que trabajamos con todas las funciones que involucran las estructuras orofaciales. En este artículo, te explicaré qué es la disfagia, cómo detectarla y las posibilidades de tratamiento desde la logopedia.

¿Qué es exactamente la disfagia?

La disfagia es la dificultad para tragar alimentos o líquidos de forma segura y eficaz. No es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que puede aparecer como consecuencia de diversos trastornos neurológicos, estructurales o funcionales.

Este problema puede afectar a cualquiera de las fases de la deglución:

  • Fase oral preparatoria: dificultad para formar el bolo alimenticio
  • Fase oral: problemas para impulsar el alimento hacia la faringe
  • Fase faríngea: complicaciones al desencadenar el reflejo deglutorio
  • Fase esofágica: alteraciones en el transporte del alimento hacia el estómago

¿Quién puede sufrir disfagia?

La disfagia puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente en:

  • Adultos mayores: se estima que entre el 30-40% de los mayores de 65 años presentan algún grado de disfagia
  • Personas con enfermedades neurológicas: como ictus, párkinson, esclerosis múltiple, ELA o demencias
  • Pacientes oncológicos: especialmente tras cirugías o tratamientos de radioterapia en cabeza y cuello
  • Personas con alteraciones estructurales: malformaciones congénitas, traumatismos o cirugías
  • Niños con trastornos del neurodesarrollo: parálisis cerebral, trastornos genéticos o prematuridad

Señales de alarma: ¿cómo detectar la disfagia?

Identificar la disfagia a tiempo puede evitar complicaciones graves. Estos son los principales signos de alerta:

  • Tos o atragantamiento durante o después de comer
  • Sensación de que la comida se queda atascada en la garganta
  • Necesidad de tragar varias veces para un mismo bocado
  • Babeo o dificultad para controlar la saliva
  • Voz «húmeda» o gorjeante después de comer o beber
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Infecciones respiratorias recurrentes
  • Rechazo a determinadas texturas de alimentos
  • Comidas excesivamente largas (más de 45-60 minutos)

 

Consecuencias de la disfagia no tratada

Si no se trata adecuadamente, la disfagia puede provocar:

  • Desnutrición y deshidratación: por reducción en la ingesta
  • Neumonía por aspiración: cuando partículas de comida o líquido entran en los pulmones
  • Aislamiento social: muchas personas evitan comer en público por vergüenza
  • Disminución de la calidad de vida: la alimentación deja de ser placentera
  • Complicaciones médicas: que pueden requerir hospitalización e incluso ser potencialmente mortales

Diagnóstico de la disfagia: un trabajo multidisciplinar

El proceso diagnóstico suele involucrar a diferentes profesionales:

  1. Evaluación clínica:
    • Historia clínica detallada
    • Exploración de estructuras y funciones orofaciales
    • Pruebas de deglución con diferentes texturas
    • Test de cribado como el EAT-10 o el MECV-V
  2. Pruebas instrumentales:
    • Videofluoroscopia: el «gold standard», una radiografía en movimiento que permite visualizar todo el proceso deglutorio
    • Fibroendoscopia de la deglución (FEES): observación directa mediante endoscopio
    • Manometría faringoesofágica: mide las presiones durante la deglución

El papel del logopeda en el tratamiento de la disfagia

Como logopedas, nuestra intervención en la disfagia se centra en:

  1. Adaptaciones compensatorias:
    • Modificación de posturas durante la alimentación
    • Ajustes en la consistencia de alimentos y líquidos
    • Técnicas de deglución segura
    • Manejo del entorno durante las comidas
  2. Ejercicios rehabilitadores:
    • Fortalecimiento muscular orofacial
    • Mejora del control motor oral
    • Estimulación de la sensibilidad intraoral
    • Ejercicios específicos para cada fase de la deglución
  3. Maniobras deglutorias específicas:
    • Deglución supraglótica
    • Deglución con esfuerzo
    • Maniobra de Mendelsohn
    • Maniobra de Masako

Adaptación de texturas: un aspecto fundamental

Una de las estrategias más efectivas es la modificación de las texturas alimentarias:

  • Líquidos: se pueden espesar en diferentes grados (néctar, miel, pudding) según la dificultad
  • Sólidos: desde dieta túrmix homogénea hasta dieta blanda o normal con restricciones
  • Alimentos de riesgo: evitar alimentos con doble textura, fibrosos o que se desmenuzan

Actualmente seguimos la nomenclatura internacional IDDSI (International Dysphagia Diet Standardisation Initiative) que establece 8 niveles de textura para facilitar la comunicación entre profesionales.

Consejos prácticos para cuidadores

Si cuidas a una persona con disfagia, estos consejos pueden ser muy útiles:

  • Posición adecuada: sentado con la espalda recta y la cabeza ligeramente inclinada hacia delante
  • Ambiente tranquilo: sin distracciones durante la comida
  • Bocados pequeños: no llenar demasiado la cuchara
  • Ritmo pausado: dar tiempo suficiente entre bocados
  • Vigilancia continua: nunca dejar sola a la persona mientras come
  • Higiene oral: fundamental después de cada comida
  • Hidratación adaptada: respetar las recomendaciones de espesado si son necesarias

Avances y nuevas tecnologías

La intervención en disfagia está evolucionando constantemente:

  • Estimulación eléctrica neuromuscular: para fortalecer la musculatura implicada
  • Biofeedback: para mejorar la conciencia y control motor
  • Realidad virtual: en fases experimentales para el entrenamiento deglutorio
  • Teleconsulta: seguimiento a distancia de pacientes estables

¿Cuándo acudir al logopeda especializado en disfagia?

Deberías consultar si:

  • Has notado cualquiera de los signos de alarma mencionados anteriormente
  • Te han diagnosticado una enfermedad neurológica o has sufrido un ictus
  • Has pasado por cirugía de cabeza o cuello
  • Tu familiar de edad avanzada ha comenzado a rechazar ciertos alimentos
  • Un niño presenta dificultades persistentes con determinadas texturas

Conclusión: la disfagia tiene tratamiento

La disfagia puede ser muy limitante, pero en la mayoría de los casos existe un amplio margen de mejora con la intervención adecuada. Como logopedas, trabajamos para conseguir una deglución lo más segura y eficaz posible, adaptándonos siempre a las necesidades individuales de cada persona.

El objetivo final va más allá de la seguridad como logopeda especialista en voz busc0 que la alimentación vuelva a ser una experiencia placentera y social, mejorando significativamente la calidad de vida de nuestros pacientes.

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